Festival de Morille

Con la visualización del reportaje sobre las actividades que se realizan en Morille, (Salamanca) hemos podido ver claramente las diferencias entre el concepto de democracia cultural y democratización cultural. En esta pequeña población se llevan a cabo una serie de actividades culturales que pretenden acercar el arte moderno al ámbito rural. Los vecinos del pueblo participan y colaboran con la organización de los distintos eventos, desde ofrecer alojamiento y salas de exposición en sus propias casas, garajes y corrales a los artistas y obras de arte, hasta participar activamente en la elaboración de la canción del varano alternativa. También la participación de los paisanos y paisanas fue fundamental para que el ayuntamiento aprobara la creación del cementerio de las obras de arte. En Morille se rompe la barrera invisible que separa a los artistas y su público, existe cercanía porque hay convivencia, complicidad y desmitificación de lo que es o no Arte, eso se decide entre todos y todas, vecinos y artistas. El cementerio de arte moderno es el ejemplo perfecto para desmitificar el Arte. Los artistas conviven y se mezclan con los habitantes del pueblo y con los visitantes, y todos tienen la ocasión de participar del arte moderno. Este festival también es una buena manera de promocionar Morille en el exterior, es encomiable que se quiera trascender las fronteras propiciando encuentros con la vecina localidad portuguesa hermanada con Morille mediante la realización de obras donde participan los vecinos de ambas localidades. En Morille se demuestra que es posible la Cultura con poco dinero y sin grandes infraestructuras. Creo que esta experiencia básicamente se podría considerar significativa dentro de lo que hemos estudiado como democracia cultural. La concepción del festival dando participación y democracia al pueblo es la esencia y lo que determina todo lo demás.